Hoy tuve que ir a la iglesia. Me distraje al escuchar que dos niños, una estaba sentada en mi fila y pateaba al niño de adelante. Cuando, de repente, el de delante empezó a llorar, me dio lástima, pero la lástima se transformó en ira cuando escuché a la niña decir: “Cállate, los hombres no lloran”, juro que sentí ganas de darme vuelta y pegarle a esa mocosa.
Quiero aclarar que no soy ni machista ni feminista. Los detesto a ambos, aunque, creo que detesto aún más el feminismo, porque bajo el velo de proteccionismo a la mujer se la termina considerando como un ser incapaz de cuidarse a sí y por sí misma. Un ejemplo, hace unos días leí un artículo en el cual destacaban el aumento de número de mujeres que practican ciclismo, otro donde resaltaban el número de mujeres científicas, otro de mujeres que obtenían diplomados… ¿Hasta qué punto el hecho de ser mujer favorece al ser humano? Y si lo que se pretende es la igualdad, ¿qué se gana resaltando cualquier hecho en el que haya actuado una mujer?
Luego, siempre los temas proteccionista respecto de la mujer. Entiendo que existen muchas mujeres agredidas verbal y físicamente, pero algunas se someten por… (cómo decirlo de una manera diplomática) falta de inteligencia. Creo que por propia instinto el ser vivo tiende a protegerse a sí mismo, siempre, sin embargo, algunos al parecer carecen de este instinto, pues se quedan con quien las lastima una y otra vez. En fin, esto hace que se emitan leyes a favor de la mujer, que en mi opinión hacen quedar a la mujer como un individuo con alguna discapacidad, inválido, incapaz de cuidarse a sí mismo y que requiere de la sociedad para protegerse. Bueno hasta cierto punto podría aceptarse, pero hay féminas que apelando a esto abusan porque la ley ampara su condición de mujer. Si lo que se pretende es la igualdad, no se debe de sacar provecho de la condición femenina.
Finalmente, si yo huera sido el niño aquel que estaba llorando, hubiera dado vuelta y decirle a esa chica que era demasiado estúpida por decir eso, pero el niño estaba convencido de que a las niñas, por más que se lo merezcan, no se les debe lastimar, porque a la salida escuché que le decía: “Sí fueras hombre, te hubiera pateado tan fuerte como tú lo hiciste”.