Seis
Al comenzar este blog, había pensado solo colgar cosas que nada tuvieran que ver conmigo… mi vida que es un incesante discurrir de tiempo…
Seis y media de la mañana, ducha fría, un jugo casi corriendo de manos de Judith, y salir otra vez corriendo. Cojo el bus, como siempre repleto, viaje de hora y media de pie para llegar a mi trabajo. Café y croissant. Trabajo todo el día. Solo espero, espero la hora de salida. Seis de la tarde, otra vez el bus, de pie a casa.
Llegar a casa… Me espera la felicidad a través de una ventanita. Hace seis meses, llegó el Principito, se ha instalado en espacios de mi vida. Hizo un campito entre mis miedos y las locuras que a veces me embargan, y silenciosamente se acomodó con la tranquilidad que lo caracteriza. Él buscaba el dibujo de alguien que lo acompañe. Ahora solo esperamos el momento propicio, ese momento que hará que la ventanita se haga una puerta, y que el Principito empiece sus viajes por más mundos.
Gracias Damián, te amo.
1 imágenes:
simplemente, te amo!
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