De cuando el televisor era a blanco y negro
Hace tiempo que quería hablar de “aquello”. Hoy sentada, con una taza de té, no me puedo acordar exactamente de cómo empezó, pero quiero hablar de su impacto en mi vida.
Somos la suma de todos nuestros recuerdos (incluso de aquello que hemos olvidado). Solía pensar que nunca debí de haber contestado ese mensaje, que no debí de acudir a la cita; si hubiera terminado “aquello” antes de que se convirtiera en una gran bola de nieve. Hasta cierto punto siempre tuve la facultad de detenerlo, pero no pude (o no quise), dejé que las cosas fluyeran. Terapia, lágrimas, depresión, insomnios, promesas. Entiendo que “aquello” fue una preparación para lo que NO debo de hacer.
Ahora siento como si hubiera llegado a la meta después de un largo y cansado viaje. Me estoy curando. A veces los recuerdos no de “aquello” sino del “resultado de aquello” me duelen, sé que eso estará conmigo siempre; sin embargo, lo veo sonreír y me siento mucho mejor. Desde que está en mi vida, el mundo es a colores.
6 imágenes:
Yo me he sentido así a veces. Pero, al final mejor es sonreír. Que buen blog. Me gusta!
saludos :)
pero como el ubiera no existe........
y a palo dado... que rico estubo..
mejor ve pensando en como la gozaras mañana antes que te canse mas el viaje...
hello there
nice blog
I am from Malaysia
happy to visit your blog
AL final lo mejor es sonreir como dice Suu y nunca arrepentirse de nada de lo que haces.
Beso
La Chata!
(No diré q soy tu prima para que la gente no piense que este blog esta lleno de comentarios de familiares,y creare más espectativas diciendo que soy tu fan number one!)
este blog me cae a pelo!
vesánicamente, Cata.
ps:gracias x ser mi consejera espiritual.
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